El oeste de Japón experimentó este martes una nueva réplica de magnitud 5,5, después de que este lunes un fuerte sismo de 7,6 dejara al menos 62 muertos en esta región.
El nuevo temblor se produjo a 10 km de profundidad con epicentro en la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa, al igual que el temblor el lunes, según informó la Agencia Meteorológica Japonesa (JMA), que no emitió alerta de tsunami.
El terremoto se pudo sentir con fuerza en la ciudad de Wajima, una de las más afectadas por el movimiento de hace dos días, pero también en Nanao, Nakanoto, Aanamizu y Noto, todas ellas localidades que registran fallecidos tras el fuerte seísmo de principios de semana.
La JMA considera que un temblor de rango 5 superior hace difícil caminar sin agarrarse a algo estable.
¿Cómo fue el del 1 de enero?
El nuevo sismo se produce después de que este lunes un terremoto de magnitud 7,6 golpeara la costa occidental del centro de Japón dejando al menos 62 muertos, según las últimas cifras, mientras continúan las labores de rescate y la búsqueda de personas atrapadas bajo los escombros de construcciones que se derrumbaron.
Este terremoto, el más devastador en Japón desde el de 2016 en la prefectura de Kumamoto (que dejó más de 200 muertos), es el primero de nivel 7 en registrarse en el país desde 2018, cuando un seísmo alcanzó el nivel 7 en la isla de Hokkaido.
Sin embargo, ese temblor no provocó grandes daños al producirse en una zona muy escasamente poblada del país.
El terremoto del lunes obligó además a activar la alerta por tsunami en buena parte de las costas del archipiélago durante casi un día entero, aunque las subidas del nivel del mar registradas afortunadamente no produjeron daños importantes.