En medio de la euforia de sus éxitos más coreados, la atención de la “Princesa del Pop Latino” se posó en una joven admiradora ubicada entre el público, cuya silla de ruedas no le impedía irradiar una energía y emoción contagiosas. La fan, con una pancarta o simplemente con su entusiasmo visible, capturó la mirada de la cantante.
Sin dudarlo, Belinda hizo una pausa en su repertorio, extendiendo una invitación que cambiaría la noche para la joven y para todos los presentes. Con una sonrisa genuina y un gesto de invitación, la artista pidió que la joven fuera subida al escenario, desatando una ola de emoción entre los asistentes.
Una vez en el escenario, Belinda no solo la abrazó con calidez, sino que le ofreció el micrófono para compartir uno de sus temas más emblemáticos. Juntas, en un dueto improvisado y cargado de sentimiento, con la voz de la fan uniéndose a la de su ídolo en una armonía que resonó en cada rincón del recinto.



