En un operativo binacional, autoridades de México y Estados Unidos descubrieron un narcotúnel transfronterizo de más de 300 metros de longitud que conectaba un inmueble en Tijuana, Baja California, con la ciudad de San Diego, California. El pasadizo, vinculado al Cártel de los Arellano Félix, fue detectado por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) durante una inspección de rutina en abril de 2025.
El túnel, aún en construcción, contaba con sofisticadas instalaciones: iluminación, cableado eléctrico, ventilación e incluso un sistema de rieles diseñado para transportar droga. Tenía una altura de 107 centímetros, un ancho de 71 centímetros y alcanzaba una profundidad de hasta 15 metros.
La entrada del túnel fue localizada en un domicilio ubicado en la calle Gustavo Campa #5, en la colonia Nueva Tijuana. Durante un cateo realizado el 17 de junio por fuerzas federales mexicanas, se hallaron baldosas recién colocadas que ocultaban la entrada, además de diversas dosis de metanfetamina en el interior del inmueble.
El CBP ha anunciado que llenará el túnel con concreto para asegurar su inutilización y prevenir su uso por organizaciones criminales. Funcionarios señalaron que el área es controlada por el Cártel de los Arellano Félix, una organización delictiva con fuerte presencia en la región.
Este caso no es aislado. En julio de 2024 se encontró otro túnel en la colonia Otay Nueva, frente a instalaciones de la Guardia Nacional, y se han identificado al menos cinco más en la misma avenida. Estos hallazgos refuerzan la necesidad de continuar con los operativos de vigilancia y cooperación entre ambos países para combatir el narcotráfico transfronterizo.



