A 10 días de la explosión en la cabecera municipal de Coahuayana, en la que se utilizó una camioneta cargada de explosivos, Torres Piña dijo que estos trabajos permiten confirmar que las operaciones se hicieron de manera remota, pero no necesariamente se ajusta a ‘narcoterrorismo’.
El titular de la Fiscalía General de Michoacán, Carlos Torres Piña, informó que se logró identificar los rostros de las tres personas que operaron el dron que llevó a la explosión de la camioneta; y se presume son del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Al concluir la entrega del nuevo Plan de Persecución del Delito a los diputados locales, el funcionario estatal señaló: “Las investigaciones nos llevaron a ubicar ya los rostros de quienes accionaron el dispositivo a la larga distancia, así como posible dinámica”.
La agresión, apuntó, estuvo dirigida a una institución de seguridad pública y no a la población en general. No obstante, la corporación en cuestión: la policía comunitaria, agrupamiento que se desconoce su validez legal o situación ante el Sistema Nacional de Seguridad Pública, sí cuenta con licencia para portación de arma de fuego o legitimidad dentro de la propia comunidad.
Más allá de la licitud de este ente, el fiscal confirmó que la agresión fue motivada por la dinámica de fricción entre la policía comunitaria y el cártel Jalisco Nueva Generación, grupo criminal que busca el control de la zona.
“Por la fricción que hay en la zona, es evidente que fue el cártel Jalisco Nueva Generación contra la policía comunitaria”, dijo el fiscal, pero sobre este ente el único que tiene certeza sobre su origen y legalidad es el alcalde, Andrés Aguilar Mendoza.
“En Coahuayana hay un ejercicio muy local de policía comunal, que responde a la propia dinámica y será el alcalde el que pueda responder sobre la misma”, añadió.
Las primeras indagatorias dejan en claro que el ataque fue contra la policía comunitaria, pero hasta ahora, confirmó, no se han presentado a declarar ninguno de sus 13 integrantes.
La policía comunitaria es un remanente de las extintas autodefensas, que surgieron en 2013, al mando del Héctor Zepeda, conocido como el Comandante Teto, quien sigue al frente de la llamada policía comunitaria. Cabe señalar que el ataque a los guardias comunitarios dejó un saldo de seis personas muertas, tres guardias de Coahuayana y tres civiles, entre ellos dos presuntos delincuentes.



