HABLILLAS. Por: José Ángel Parra.
Algo extraño sucede cuando Cruz Azul y Pumas se topan a la hora cumbre. Hace cinco años, en el Guardianes 2020, La Máquina acariciaba la final del certamen luego de golear 4-0 a los universitarios en la semifinal de ida, celebrada en el Estadio Azteca. La inesperada reacción felina, en la vuelta disputada en CU, modificó la historia gracias al doblete de Juan Ignacio Dinenno, para devolver el 4-0 y echar a los cruzazulinos.
Muchos lustros atrás, en la temporada 1980-81, los auriazules evitaron el tricampeonato de La Máquina al imponerse 4-1 en el Olímpico Universitario, de la mano de Hugo Sánchez y del Tuca Ricardo Ferretti, juego que marcó la partida del Niño de Oro al Atlético de Madrid.
Pero el sábado pasado, en el Cuauhtémoc de Puebla, el cuadro cementero lucía como inevitable verdugo de Pumas, al experimentar su rival una campaña realmente para el olvido. El éxito decretaría el liderato celeste y eliminaría irremediablemente al once estudiantil. Todo parecía encaminado a partir del doblete del Toro Gabriel Fernández, que remontaba la tempranera ventaja de Jorge Ruvalcaba.Sin embargo, dos pasajes cambiaron el escenario. El Curro Fernando Hernández resolvió no expulsar al panameño Adalberto Carrasquilla, pese a que éste puso en riesgo la integridad del portero Kevin Mier con una barrida criminal que lo mandó a la enfermería con fractura de tibia. Y, lo que es la vida, el árbitro tuvo que expulsar en el arranque del complemento al celeste Lorenzo Faravelli por una plancha similar a la que le perdonó al canalero Carrasquilla en el cierre del primer tiempo.
Lo que pasó enseguida fue de locos. Pumas empató gracias a un penalti que le cometieron al propio Carrasquilla (¿quién lo diría? Eso no habría ocurrido si lo hubieran expulsado) y la voltereta la sentenció Alan Medina en la agonía. El resultado dejó a Cruz Azul sin liderato y clasificó a Pumas al Play-In. Ahora, los cementeros quieren inhabilitar a Carrasquilla ante la inevitable baja del colombiano Mier en la Liguilla, aunque curiosamente seguirán como inquilinos de Pumas en la Fiesta Grande. Y, de postre, los azules enfrentarán a las enrachadas Chivas. ¿Qué tal?



