Caramelo, del ícono de la grada al distanciamiento con la FMF
Héctor Chávez, mejor conocido como “Caramelo”, ha sido durante años el rostro más visible de la afición mexicana en el mundo. Con su inseparable sombrero charro negro y la bandera tricolor siempre al hombro, este chihuahuense ha estado presente en más de 470 partidos internacionales, desde Mundiales hasta Copas América, convirtiéndose en el llamado “fan número 1” del Tri según la propia FIFA. Su figura se convirtió en un símbolo de pasión y fidelidad hacia la Selección Mexicana, aunque no exento de polémicas.
La Federación Mexicana de Futbol (FMF) encontró en Caramelo un embajador perfecto del equipo nacional. Durante años, la relación fue cercana: entradas de cortesía, accesos privilegiados e incluso un trato que muchos calificaban de publicitario. Sin embargo, la realidad era que Chávez costeaba la mayoría de sus viajes gracias a su faceta de empresario en el sector inmobiliario y joyero, desmintiendo así rumores de apoyos ocultos.
El punto de quiebre llegó durante la etapa de Gerardo “Tata” Martino como seleccionador. Según reportes de Mediotiempo, Caramelo protagonizó un momento tenso al cuestionar de forma insistente al técnico argentino por la ausencia de Javier “Chicharito” Hernández en las convocatorias. La situación fue considerada por la FMF como una actitud “invasiva”, lo que encendió las alarmas entre los dirigentes.
Ese episodio terminó por fracturar la relación. Lo que hasta entonces era una colaboración estratégica entre la Federación Mexicana de Futbol y Caramelo pasó a convertirse en un distanciamiento absoluto. Para los directivos, el aficionado había sobrepasado los límites establecidos y era momento de poner freno a una figura que, aunque carismática, se había vuelto incómoda para el entorno de la Selección.
Hoy, Caramelo continúa viajando y apoyando al Tri, como actualmente lo hace en el Mundial Sub-20 de Chile, pero lo hace sin el respaldo oficial de la FMF. Su historia refleja el doble filo de la pasión desbordada: la de un hombre que sacrificó familia y dinero para seguir al equipo de su vida, pero que terminó chocando con las formas del poder federativo.
