El día de hoy, el Consejo de Presidencia del Episcopado Mexicano tuvo la gracia de compartir con el Santo Padre León XIV las esperanzas y dolores de nuestra Iglesia en México.
Nos compartió una palabra de aliento, solidaridad y esperanza, y nos animó a caminar en comunión, como una sola Iglesia llamada por Cristo a construir la paz y a testificar la esperanza que Dios regala especialmente a través de los jóvenes y las familias.
Finalmente nos ofreció su bendición apostólica para todos los mexicanos.
Confiamos a la Virgen de Guadalupe, Madre de todos los mexicanos, este camino de unidad y servicio al Pueblo de Dios.



