HABLILLAS Por: José Ángel Parra.
No son pocos los errores cometidos por el portero colombiano Kevin Mier. Los excesos en su estilo de arquero-líbero, al ensayar recortes o florituras frente a los rivales, le ha vuelto a costar caro al Cruz Azul. No conforme con facilitar la primera anotación del Atlas, en el segundo tiempo del juego sabatino el cancerbero celeste ha evidenciado la desconfianza que carga, al comerse un tirito de rutina, con guantes de mantequilla, que en ese momento parecía matar el ánimo de su escuadra, la cual había logrado reponerse de una tempranera desventaja de dos goles.
A pesar de los pesares y de los yerros del meta cafetalero, una vez más el delantero mexicano Ángel Sepúlveda (ignorado por Javier Vasco Aguirre, técnico de la Selección Mexicana, durante toda la Copa Oro) ha sacado a flote a La Máquina al aportar un espectacular triplete que ha salvado a los cementeros del tropiezo en el Jalisco.
Así que, por un lado, da mucho gusto ver cómo el Cuate o Sepu, como lo identifican sus compañeros, continúa en plan ascendente, al reponerse de la crítica y de quienes no creen en el futbolista mexicano. Son satisfactorios, además, los recursos mostrados, porque primero asume con carácter el reto de cobrar un penalti en calidad de visitante, sin flaquear ante la presión de los fans rojinegros. Luego concreta una segunda anotación espectacular y la tercera, con la cabeza, para redondear su actuación en la batalla de la fecha 2.
Sin embargo, el negrito en el arroz ha sido el joven Mier, quien continúa en picada desde aquel error que terminó en gol contra el América, en las semifinales del torneo pasado, con lo cual contribuyó a la reacción de las Águilas y a la eliminación de su escuadra, que parecía encaminada hacia la final del Clausura 2025.
A todo esto, el estratega argentino Nicolás Larcamón todavía no ha podido ganar con la Máquina, tras par de empates (0-0 la semana pasada contra Mazatlán en CU), en este arranque de Apertura 2025. Habrá que aguardar aún, pero el funcionamiento comienza a calmar a quienes creen en la exquisitez del cruzazulismo moderno.



