El INE verificará que el presidente cumpla con la veda electoral, pues de no hacerlo, podría hacerse acreedor a una amonestación, multa y hasta arresto.
La Unidad Técnica de lo Contencioso del Instituto Nacional Electoral será el ente responsable de vigilar que el presidente Andrés Manuel López Obrador no hable durante actos públicos sobre temas relacionados con programas de gobierno y el proceso electoral.
De violar con la llamada veda electoral, el presidente podría recibir una amonestación pública y, si hay reincidencia, una multa de 615 mil pesos y hasta arresto de 36 horas.
La Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal recibió ayer jueves un apercibimiento de 32 hojas por hablar de logros de gobierno el pasado 20 de abril, pese a que fue notificado que no debía hacerlo.
El Presidente de la República abordó cuestiones relacionadas con logros y acciones de Gobierno que pueden catalogarse como propaganda gubernamental, además de hacer referencia a una encuesta sobre preferencias electorales, indica el texto.